QUIÉN SABE

Puede parecer más complicado escribir y maquetar una revista que encontrar a quién enviarla. Sin embargo, no siempre es así.

Detrás de HUB, como ya sabéis, hay un equipo pequeño. Gente del sector aeroportuario y gente de letras, como se suele decir; pero, sobre todo, gente a la que le gusta lo que hace.

Encontrar cosas que contar, pese a que no siempre es sencillo, acaba saliendo. El mundo es grande y está cada vez más conectado; eso se traduce en un mayor número de vuelos y, por ende, de aeropuertos. ¿En qué sentido nos afecta eso? En que siempre hay un nuevo avance del que hablar, un sistema revolucionario que describir, una anécdota que contar. En resumen: suceden cosas continuamente, y más cuando tienes tres meses para recopilarlas.

Las tareas de escritura, diseño y maquetación son —junto con la toma de fotografías de los aeropuertos que visitamos— la parte más bonita: la creativa. Cuando se habla de aeropuertos no es del todo sencillo ser original, pero hacemos lo que podemos.

Luego llega el envío a la imprenta. Ahí, cuando ya nada se puede hacer, es cuando encontramos los pequeños fallos que no habíamos visto previamente. ¿Recuerdan aquel «Número 1 – Otoño 2017» en lugar de «Número 2 – Invierno 2018» en pleno sumario? Pues eso.
Por último, tras recibir los ejemplares, toca enviar copias a todos los aeropuertos de España, a empresas y profesionales relacionados con sector, a nuestros suscriptores y a los colaboradores. En ese momento llega la pregunta: ¿qué hacemos con el resto?

La tirada de HUB es cada vez mayor, y nos gustaría llegar cada vez un poquito más lejos. Por ello, en este número comenzaremos a enviar algunos ejemplares (pocos, por el momento) a Hispanoamérica. Para empezar, llegaremos a puntos muy concretos de Argentina, Chile y Colombia; en el futuro, quién sabe.