AIR CITY MADRID SUR

Pese a que España es uno de los países que más turistas recibe del mundo (en 2018 ocupó el segundo lugar en el ranking, por detrás de Francia), su capital, Madrid, cuenta únicamente con un aeropuerto, que recibe a buena parte de los viajeros que llegan al país.

Aunque se trata de un centro altamente valorado tanto por las compañías aéreas como por los usuarios, el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas es el único existente en un radio de 350 kilómetros, al contrario de lo que ocurre con otras capitales europeas, como París o Londres, que cuentan con tres y cinco aeropuertos, respectivamente. Esto implica que, cuando alguna situación obliga a cerrar su espacio aéreo, los vuelos tienen que ser desviados a ciudades como Zaragoza, Valencia o Alicante.

Movidos por estos y otros motivos, los integrantes de la empresa Air City idearon un proyecto consistente en la construcción de un nuevo aeropuerto, situado a 30 kilómetros de la capital, que pueda funcionar de manera complementaria a Barajas y cuya actividad sea compatible con la de este organismo.

El lugar elegido para el proyecto es el ya existente Aeródromo de Casarrubios-Álamo, situado entre la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha, y cuyos derechos ostenta, precisamente, Air City. Un emplazamiento que, además, se caracteriza por su baja afectación a los núcleos de población más cercanos y por poseer buenas comunicaciones por tierra.

El Aeródromo de Casarrubios-Álamo presenta, en la actualidad, unos números bastante interesantes: 70 000 operaciones de vuelo al año; 25 000 m2 dedicados a hangares, escuelas de formación y centros de mantenimiento; 325 aeronaves dentro de sus instalaciones; y 50 empresas especializadas en servicios aéreos. Cifras que podrían verse significativamente incrementadas con la conversión del centro en un nuevo aeropuerto.

Los objetivos primarios de quienes han ideado el que sería el Aeropuerto Madrid Sur son claros: construir una pista principal de 3200 m de longitud (ampliable a 4000), destinada a aviación comercial, ejecutiva y de carga; erigir una terminal de 15 000 m2, capaz de acoger a seis millones de pasajeros; y ofrecer servicios aeroportuarios complementarios, dedicando más de 50 000 m2 de superficie a hangares y áreas de mantenimiento.

Como propósitos más concretos, el proyecto Air City Madrid Sur pretende fomentar la aviación ejecutiva y corporativa (mediante la construcción de un terminal FBO y 62 000 m2 de hangares) y la carga aérea (con un terminal específico y varios centros de logística y distribución, así como la adecuación de plataformas con espacios para gestionar la mercancía).

Otra de las razones que ha impulsado este proyecto es el rápido crecimiento del sector: no solo se prevé una duplicación del tráfico de pasajeros en Europa para el año 2040, sino que en España se espera un incremento de entre 60 y 80 millones de pasajeros. Del mismo modo, en Madrid, la media de crecimiento de los últimos tres años ha sido del 8,5 % y no se espera que esta disminuya.

Todos estos datos —junto con el impulso económico que el Aeropuerto Madrid Sur podría suponer para el sector y para la economía de la zona— hacen que, hasta la fecha, el proyecto esté teniendo una buena acogida general. De hecho, ya ha sido considerado un proyecto de alcance regional para la Comunidad de Madrid, y está en trámites de obtención de la declaración de interés regional por parte de Castilla-La Mancha y de la certificación del Ministerio de Fomento.