DRONES QUE SALVAN VIDAS

A finales del pasado mes de abril, durante la Semana Mundial de la Inmunización, el presidente de la República de Ghana, Nana Akufo-Addo, dio como oficialmente inaugurado en su país el mayor servicio de distribución de medicamentos vía dron del mundo.

Este servicio, llevado a cabo por la empresa californiana Zipline, emplea drones para hacer envíos de emergencia de medicamentos, sangre y 148 tipos de vacunas. Además, funciona 24 horas al día los siete días de la semana, y cuenta con cuatro centros de distribución equipados con 30 drones cada uno.

No obstante, Ghana no es el primer país en el que Zipline despliega este tipo de ayuda; ya en el pasado implantó una red similar en Ruanda, que en la actualidad sigue vigente, y que proporciona sangre, vacunas y medicamentos a 11 millones de personas del país.

En Ghana, las cifras hablan por sí solas: Zipline dará servicio a 2000 centros sanitarios del país, que a su vez asistirán a 12 millones de personas. Esto se traduce en un total de 600 vuelos de dron por día.

Cómo funciona Zipline

Cuando un centro médico necesita sangre, medicinas o vacunas, basta con que uno de sus trabajadores haga un pedido por mensaje de texto. Pasados 30 minutos, la clínica recibirá un mensaje en el que se les indicará que pueden salir a recoger el pedido.

Los drones, que reciben el nombre de Zips, despegan y aterrizan en los centros de distribución de Zipline, lo que hace que las clínicas no necesiten ningún tipo de infraestructura adicional.

Los vehículos aéreos vuelan de manera autónoma y pueden transportar hasta 1,8 kilos a una velocidad de 110 kilómetros por hora. Además, pueden hacer viajes de ida y vuelta de unos 160 kilómetros bajo cualquier condición climatológica.

Cada uno de los cuatro centros de distribución que Zipline tiene en Ghana puede dar servicio a un área de 20 000 kilómetros cuadrados; es decir, cada uno de ellos puede llegar a asistir a dos millones y medio de personas.

Para hacer las entregas, los Zips descienden hasta una altura suficientemente segura y sueltan los paquetes, equipados de paracaídas, desde el aire.

Un problema global

El acceso a productos sanitarios esenciales ha tenido desde siempre un gran inconveniente: lo que llaman el problema del último tramo; es decir, la dificultad de hacer llegar medicinas y otros productos a pacientes que viven en poblaciones remotas.

Además, existen ciertos elementos, como la sangre, con los que esta circunstancia es particularmente problemática, ya que cuando hace falta, es siempre de manera urgente; tiene una vida corta; y necesita cadena de frío. Contar con un almacenaje centralizado de sangre, así como de otros productos sanitarios de primera necesidad, es una solución a este problema.

En determinadas zonas de África, son muchas las personas que viven en zonas apartadas y que, cuando necesitan ayuda, no siempre la reciben a tiempo. Precisamente por esta razón nació el servicio de envío por dron de Zipline.

«Somos una compañía comercial con una misión social», afirma Justin Hamilton, director de la empresa. «Cada vuelo que hacemos es para salvar una vida».